El síndrome multisistémico de adelgazamiento post-destete o circovirosis porcina (CP) es una de las enfermedades más importantes que afecta el ganado porcino a nivel mundial.
A finales de los años 90 del siglo XX apareció de forma ampliamente extendida en Europa y Norte América.
Ya en 1996, se asoció al circovirus porcino tipo 2 (PCV2) con este síndrome, pero no fue hasta el año 2007 cuando aparecieron las primeras vacunas comerciales frente a PCV2.
Existen distintas opciones vacunales en el mercado, que difieren en cuanto al diseño de la vacuna, los genotipos incluidos, la vía de administración y si son combinadas o no.
Diseño y genotipos incluidos |
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Todas las vacunas de PCV2 son inactivadas. En el mercado encontramos vacunas que contienen el virus completo inactivado, otras contienen una subunidad antigénica, y también las hay que utilizan tecnología de ADN recombinante para producir antígenos específicos del PCV2. La mayoría de las vacunas contienen únicamente el genotipo PCV2a, pero también hay vacunas que contienen el PCV2a y el PCV2b. |
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Protección |
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Las vacunas de PCV2 no previenen la infección pero si son útiles para reducir de forma importante los efectos de la enfermedad, por ello los distintos registros incluyen indicaciones del tipo “para la inmunización activa de cerdos con el fin de reducir la carga vírica en tejidos linfoides y sangre y para reducir la mortalidad y pérdida de peso asociadas a la infección con PCV2 que se produce durante el periodo de cebo” o “inmunización activa de los lechones para reducir la excreción fecal de PCV2 y la carga de virus en sangre y como ayuda para reducir los signos clínicos ligados al PCV2, incluyendo la debilitación, la pérdida de peso y la mortalidad, así como reducir la carga vírica en tejidos linfoides asociados con la infección de PCV2” |
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Número de dosis |
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Las vacunas para uso en lechones son mayoritariamente monodosis, aunque algunas vacunas incluyen en su registro la posibilidad de uso en bidosis. Las vacunas que en su registro tienen especificado su uso para cerdas nulíparas y reproductoras si requieren una primovacunación, seguida de una segunda aplicación 3-4 semanas después. En el caso de su uso en reproductoras se necesitan dosis de refuerzo 2-4 semanas antes del parto. |
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Vacunas combinadas |
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En el mercado se encuentran una amplia variedad de posibilidades. Por una lado, tenemos vacunas propiamente combinadas, que en la misma presentación incluyen el antígeno de PCV2 y el antígeno de otro agente infeccioso, que en este caso es siempre Micoplasma hyopneumoniae. Por otro lado, tenemos las vacunas que, aunque no son combinadas, su registro permite la administración mezclada con otras vacunas con dispositivos especiales indicados para ese uso. En otros casos se dan indicaciones sobre la posible administración simultánea con otras vacunas aunque en dos puntos de aplicación distintos. En estos casos la vacuna con la que se puede mezclar dependerá de cada vacuna comercial y por eso es imprescindible seguir las indicaciones de la ficha técnica tanto para la mezcla o administración simultanea como para la conservación de la vacuna mezclada. Estas opciones incluyen siempre vacunas para la prevención de la neumonía enzoótica y en ocasiones para otros agentes. |
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Vía de administración |
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La mayoría de vacunas se administran por vía intramuscular tradicional, con volúmenes de 0,5, 1 o 2 ml según la vacuna. En el mercado también encontramos vacunas intradérmicas, que se aplican mediante dispositivos desarrollados para la aplicación sin agujas, y trabajan con volúmenes de dosis mucho menores (0,2 ml). |
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Inicio y duración de la inmunidad |
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Hay pocas diferencias entre las distintas vacunas en este aspecto. La vacunación de los lechones está recomendada a partir de la segunda o terecera semana de edad. El establecimiento de la inmunidad según las fichas técnicas se produce a las dos o tres semanas tras la vacunación. La duración de la inmunidad en las fichas técnicas varía entre las 17 semanas y las 22 o 23 semanas, tiempo que indican la mayoría. |
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Uso en reproductoras |
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Atendiendo a la ficha técnica, si que encontramos diferencias entre las distintas vacunas que hay en el mercado. Hay vacunas registradas específicamente para su uso en cerdas nulíparas y reproductoras, otras especifican que pueden usarse en cerdas gestantes y lactantes, pero en otros casos su uso no está autorizado en estos animales. |
Hoy en día la vacunación frente a PCV2 está ampliamente extendida. Se puede decir sin riesgo a equivocarse que las vacunas para la prevención de la Circovirosis Porcina han sido una historia de éxito.
No obstante, existen distintas opciones y es importante conocer las diferencias entre ellas para aplicar en cada caso la opción que se ajuste mejor a las necesidades de cada granja o sistema productivo.
Redacción 333